viernes, 5 de septiembre de 2008

"El Rincón de la Derecha"

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Yo no tengo carnet de ningún Partido Político. Creo que estoy situado en mi mente políticamente a la derecha pero con una gran carga de izquierda.

Creo en la Democracia y la defiendo pero sé que no es la panacea universal de todos los problemas políticos y que está avejentada por limitaciones y servidumbres que buscándole los resquicios le han añadido los políticos.

La verdad como la Justicia está más allá de la mitad más uno de los votos, y aún de las mayorías absolutas y de las unanimidades. Estas pueden o no coincidir con la verdad.

Creo en el hombre porque tengo una fe ilimitada y profunda en Dios. Estoy del lado de los débiles porque tengo como Jesús una preocupación prioritaria, que no preferente, por los pobres, en todos los sentidos de la palabra. Y no sólo de los miserables en lo crematístico, que de estos es el Reino de los Cielos. Aún me dan más pena los pobres en el alma. Los que no han visto ni conocido la trascendencia de la vida y el valor de esta.

Aunque no considero la homosexualidad como una “normalidad” defiendo todos los derechos de los homosexuales y lesbianas, como personas, y les tengo como muy hijos de Dios. Rechazo visceralmente todo crimen, maltrato masculino y femenino, mutilación, asesinato y terrorismo, pero llamo a los etarras hermanos, como a los camicaces o a Al-Qaeda, tanto como a los drogadictos, borrachos, disminuidos síquicos o retrasados mentales o locos.

Voy contra la tabaco-esclavitud, como contra la alcohol-esclavitud pero comprendo a los que están en ellas y ni les rechazo ni me molestan.

Creo que la política puede y a veces es corrupta, porque el hombre tiende a la corrupción con más facilidad en el poder, y que hay políticos corrompidos, rampantes, aprovechados, o que han hecho su modus vivendi, sobre todo crematístico, del puesto político y defienden y hasta se creen esos principios de sus partidos para seguir en el machito y en la poltrona, pero también sé que existen muchos políticos honrados y honestos que están al servicio de su pueblo y luchas por la mejora de los demás, en todo el abanico político, de la izquierda a la derecha y de la derecha a la izquierda.

Nadie escribe mejor que yo por ser periodista y sí porque así lo haga y lo hacen la mayoría, ni tiene más derecho a expresar su verdad por dedicarse a la política.

Por eso desde este rincón de la derecha, quiero ir acotando y poniendo límites a las cosas, para que no seamos manipulados o vivamos visceralmente anclados en la derecha o la izquierda sin más fundamento que la visceralidad, la costumbre o hasta la herencia.

Admiro sobre todo en política al que aplaude y se adhiere a la razón del contrario, cuando lleva razón y aunque pueda ir en detrimento de sus razones, y no usa el engaño, las medias palabras, o la tergiversación de la verdad para destruir al adversario, sino que es leal en el gobierno y en la oposición. Rara avis.

Creo que todos los hombres, hoy ceo que hay que decir hombres y mujeres, ¡majadería! las mujeres pertenecen a la raza humana, el hombre como especie, con el mismo derecho y nivel que cualquier espécimen que tenga lo que hay que tener para ser del género masculino, creo digo que todos los hombres son iguales pero solo en sus derecho fundamentales de ser humano, pero todos, gracias a Dios, son diferentes, con su carga de virtudes, defectos y circunstancias.

Creo que debemos “luchar” (es un decir, preocuparnos y ocuparnos) por que todos los seres humanos tengan sus necesidades primarias cubiertas y atendidas, alimentación, vestido, trabajo o estudio y educación, etc. sobre todo y primariamente los niños, aunque se encuentre en esas circunstancias por sus propios errores y no por la explotación de los poderosos.

Creo en la propiedad privada y en el derecho a poseer lo que justamente hayamos podido ir adquiriendo, ya por nosotros mismos o por nuestros más próximos allegados, y digo justamente, porque lo adquirido por la explotación del hombre por el hombre es una de las mayores lacras y desgracias que pueda caerle a una sociedad, cuando ésta lo consiente y avala, pero creo que el mundo fue creado por Dios, sí soy creacionista, para todos los hombres por igual y que todos tienen derecho a él, a vivir dignamente en él y a gozar y disfrutar de él.

Creo fuertemente en la solidaridad humana, que empieza por los individuos concretos, continúa por la Sociedad y Sociedades y termina por los Estados y Naciones, y no al revés como casi siempre afirmamos, ¡que lo arregle el Gobierno! Para quedarnos tan tranquilos y pachos acomodado en el sofá de nuestras comodidades, sin inmutarnos por nada, sin responsabilizarnos de nada, creyéndonos en paz, porque la paz empieza y termina en nosotros mismos.

Y aquí me tenéis: activamente y serenamente sentado en el rincón de mi derecha, de i derecha civilizada, donde iré completando esta señera semblanza, si tenéis paciencia para leerme y el Periódico benevolencia para publicarme.

Carlos Portillo Scharfhausen.

“El Rincón de la Derecha”

cartisen@hotmail.com

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