viernes, 5 de septiembre de 2008

"La razón del Rincón de la Derecha"

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He vivido mi vida políticamente consciente, como otros muchos españoles, entre la dicta-Franco y una muchas veces casi seudo democracia. En la primera encontré hombres políticamente honrados, rectos, amantes de su patria, defensores de los derechos humanos, tendente dentro del sistema a la mayor libertad posible en cada caso y disconformes con la esencia del sistema, pero realistamente trabajando dentro de él, para el mayor servicio al pueblo. También supe, por esa capacidad de lengua afilada y transmisoras que tenemos los españoles de los abusos de poder, de los orgullos y exigencias basados en haber ganado la guerra, (“tenemos derecho porque para eso ganamos la guerra” qué fantoche) de los enriquecimientos amparado en el poder o en el tráfico de influencias. En la segunda, la democracia, he encontrado todas las mismas corrupciones y a veces aún más. No, ciertamente me quedo con la democracia, aunque no fuera más que porque tiene en sí misma mucho más poder de auto regeneración.

Me producen unas incontrolables arcadas vomitivas las corrupciones efectivas y de hecho en todas los ámbitos y parcelas: poder, información, dinero, enriquecimiento, tráfico de influencia, amiguismo, partidos políticos, gobiernos o desgobiernos en todos sus estamentos y de todos los colores, amarillo, rojo, azules, morados y verdes, etc. pero ciertamente me produce un terrible vértigo intelectual la corrupción de los conceptos, la manipulación de las ideas, que prostituyen la verdad y que aún es más dolorosa en la democracia porque va envuelta en la falacia de la rectitud y el bien “para el pueblo”, el engaño más denigrante de “las masas”, las palabras altisonantes y hueras, vacías, engañosas y llenas de vocingleras seudo verdades.

Me educaron en el nacional sindicalismo, “por el Imperio hacia Dios y viva España” y fui asumiendo paulatina y sosegadamente, sin traumas, una mentalidad europea, fundada en la tradición democrática. Mientras otros se embarcaban de democracia en un empacho mental y desbordado que les llevó a la diarrea mental de “es la panacea universal y el remedio de todos los males” queriéndola hacer casi milagrera y fe de todo hombre que se apreciara.

Guerra: “El que se mueva no sale en la foto” y o se ha movido o lo han movido porque yo por más que miro ya no lo veo en la foto. Aznar: Sigue a medias en la foto y eso que se fue solo, aunque la izquierda quiera decir que lo echaron el 11 de marzo.

Durante veinte años de Felipismo, que fue muy distinto de veinte años de socialismo y en nada se parecía a los cien años de honradez, que se los cargó en un solo día.

Se ha hablado mucho de los años corruptos del PSOE felipista. Todos han callado la corrupción igual o aún superior que hubo en otras regiones con gobiernos de derecha seudo cristinas unos, anti-atenazantes otras, como Cataluña o Canarias. Algún ramalazo en el PP de Baleares y otras menores corruptelas extendidas por la piel de toro, entre las que destacaban las andaluzas.

Unos vinieron a la izquierda desde la clandestinidad y el miedo, a veces cobardía. Otros desde “por la patria el pan y la justicia, son entre otros, los que aún mantienen el concepto de patria y nación única, España, y otros desde el oportunismo rampante de menguar en la izquierda ya que la derecha estaba toda llena de “los de siempre”, entre hombres honrados y los rampantes de menguar en la derecha. Algunos como no, desde la honradez, llegada por la justicia y “la prioridad por los pobres” del cristianismo, cierta socialdemocracia, o la honradez personal e intelectual de los que “sabían” de un mundo injusto y desigual, con el que no estaban conforme.

Que en veinte años de felipismo dejaron submarinos en todos los partidos políticos, en todos los órganos de poder e hicieron un imperio mediático de la prensa y comunicación para atenazar la opinión a su opinión y crear una tela araña de opinión forofa a sus “conveniencias y afincamiento en los sillones y poltronas.

Y así la judicatura, la justicia, los sindicatos, ¿correo de transmisión o espejismos de independencia ideológica? , la administración del Estado, el Ejército y sus mandos, la policía y sus órganos secretos (que sino fue la información privilegiada y sutilmente callado del 11 de marzo) y todo instrumento de poder o influencia, como Cajas de Ahorro, el dinero que es poder, o Bancos por influencia directa o coacción indirecta atenazando siempre con la espada de Damocles. Que los demás han hecho lo mismo. Lo mismo, con más o menos acierto y suerte. Qué es y era la Cataluña de Pujol, sino una red de influencias y una telaraña de poder siempre arañando en los posibles pactos con el poder central pero tan a por sus ideas celosamente guardadas de catalanismo o separatismo como el PNV de el tapado Arzalluz o Ibarreche, el destapado.

O algún político incombustible que ha sido y es el presidente casi del Gobierno en la sombra.

Ciertamente todo esto no deja de hacerme ver que la democracia “es el menos malo” entre los inventados métodos de participación política y ciudadana.

Tampoco dejo de ver que las democracias son distintas en sus formas, a la inglesa, a la francesa, a la española o a la sudamericana. Echarle de comer aparte a la Americana.

Que hay absurdos tan de bulto, como “la disciplina de voto” siempre y en todo, sin libertad alguna para el representante del pueblo, la ley de Hont, con su gabela de que un partido con más votos absolutos que otro pueda estar muy por debajo en representación parlamentaria, con sus “restos de votos” sin valor alguno, con sus representación supervaloradas de las minorías, léase El Hierro, Las Canarias.

Y todas estas inmoralidades, desfachateces, mentiras, engaños, corrupciones tapadas y veladas, son secuelas de la democracia en que creo, a veces a medias y a veces muy a medias. Pero creo porque el hombre por propia naturaleza es limitado y lucha interna entre el bien y el mal, acordaos del cuentecito de los angelitos con alas o con cuernos que se asomaban en la conciencia para inclinar la balanza, y por eso cualquier cosa que el hombre haga o establezca por muy perfecta que sea siempre será la menos mala del sistema. Léase sistema político, económico, financiero, judiciales, religioso, sindical, etc. Lo creamos casi perfecto y luego viene el hombre. Lo toca y casi siempre lo estropea. Dadme hombres justos y veraces, y aún con sus deficiencias estructurales, yo os daré sistema, cualquiera de ellos, justos y veraces, eficaces y ajustados al bien común y a la sociedad humana.

Así pienso desde este pequeño pero ciertamente independiente rincón de la derecha. He de manifestar que a nadie represento ni detrás de mí hay un puñado de posibles votos. Aunque sé que hay algunos españoles, no si uno o unos cuantos, que piensan y sienten como yo. Por eso en este rincón está y es mi sola y particular, pero libre y sostenida en razones, opinión. Razón y razones. Opinión y convicciones.

Porque muchos no distinguen entre convicción y opinión. Sus convicciones se hacen opiniones y sus opiniones las defienden como convicciones. Por eso ni saben escuchar ni son moldeables a nuevas y enriquecedoras ideas.

Yo tranquilamente iré desgranando mi sentir político, quizás solo pero ciertamente sosegado y acorde con mi apasionado afán por la verdad, esté donde esté, y mi incondicional pero débil y humano deseo siempre del bien, esté donde esté. Soy humano y así con humildad y verdad lo reconozco. Soy limitado.

Carlos Portillo Scharfhausen.

cartisen@hotmail.com

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